Muñecos que se mueven solos, personas que comienzan a disminuir de tamaño, objetos que se alargan hasta el techo, distorsión de la propia imagen corporal, paredes que cambian de color... son algunas de las sensaciones que experimentan las personas afectadas con el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas.
"Si alguno de vosotros es capaz de explicarme este galimatías, le doy seis peniques", le gritaba Alicia a la Reina de Corazones, en un momento de la obra de Lewis Carroll, mientras no dejaba de crecer y crecer. Y tiene explicación, puesto que se trata de una patología, poco conocida, que se distingue por trastornos complejos de la percepción visual, provocados, en la mayoría de ocasiones, por las migrañas.
Suelen ser ataques cortos que, normalmente, no duran más de una semana y habitualmente no suelen afectar al habla. Los pacientes son conscientes, en todo momento, de la naturaleza ilusoria de sus percepciones.
Investigadores españoles han descubierto un caso excepcional debido a su temporalidad y a que fue el inicio y no la consecuencia de la enfermedad migrañosa: Una niña sufrió estas visiones diariamente durante un mes, tres veces al día. Después fueron espaciándose cada dos o tres días durante las siguientes dos semanas, hasta desaparecer.
Según el estudio, se cree que es el primer caso de estas características descrito en un paciente pediátrico.El estudio, que aparece en la 'Revista de Neurología', tiene como autora principal a la doctora María José Corral. Según cuenta, decidió publicarlo por "lo curioso" del caso de una enfermedad ya de por sí curiosa.
Normalmente, a las cefaleas les precede el aura, unos síntomas que pueden ir desde el dolor ocular, la visión borrosa o puntos ciegos temporales a náuseas y vómitos. "Se trata de manifestaciones agudas reversibles", aclara Corral.
Este síndrome suele aparecer en niños o adolescentes y, además de relacionado con las migrañas, puede ser el resultado de una enfermedad infecciosa o causado por una lesión cerebral. Los antecedentes familiares también suelen influir. También se han registrado casos en los que aparecieron los trastornos tras consumir topiramato, un fármaco para prevenir migrañas.
La primera descripción del Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas se realizó en 1952, por C. W. Lipppman, que trató a siete pacientes que presentaban distorsiones extrañas de su imagen corporal. Pero no fue hasta tres años después cuando se le otorgó el nombre con el que se le conoce actualmente. John Todd fue el encargado de "bautizarlo".
Algunos investigadores afirman que Lewis Carroll sufría este tipo de alucinaciones, producto de sus constantes migrañas, que podrían haber sido fruto de su famosa obra, una de las más citadas de la literatura universal, y parte del imaginario colectivo gracias a la adaptación cinematográfica de Walt Disney.
"Si alguno de vosotros es capaz de explicarme este galimatías, le doy seis peniques", le gritaba Alicia a la Reina de Corazones, en un momento de la obra de Lewis Carroll, mientras no dejaba de crecer y crecer. Y tiene explicación, puesto que se trata de una patología, poco conocida, que se distingue por trastornos complejos de la percepción visual, provocados, en la mayoría de ocasiones, por las migrañas.
Suelen ser ataques cortos que, normalmente, no duran más de una semana y habitualmente no suelen afectar al habla. Los pacientes son conscientes, en todo momento, de la naturaleza ilusoria de sus percepciones.
Investigadores españoles han descubierto un caso excepcional debido a su temporalidad y a que fue el inicio y no la consecuencia de la enfermedad migrañosa: Una niña sufrió estas visiones diariamente durante un mes, tres veces al día. Después fueron espaciándose cada dos o tres días durante las siguientes dos semanas, hasta desaparecer.
Según el estudio, se cree que es el primer caso de estas características descrito en un paciente pediátrico.El estudio, que aparece en la 'Revista de Neurología', tiene como autora principal a la doctora María José Corral. Según cuenta, decidió publicarlo por "lo curioso" del caso de una enfermedad ya de por sí curiosa.
Normalmente, a las cefaleas les precede el aura, unos síntomas que pueden ir desde el dolor ocular, la visión borrosa o puntos ciegos temporales a náuseas y vómitos. "Se trata de manifestaciones agudas reversibles", aclara Corral.
Este síndrome suele aparecer en niños o adolescentes y, además de relacionado con las migrañas, puede ser el resultado de una enfermedad infecciosa o causado por una lesión cerebral. Los antecedentes familiares también suelen influir. También se han registrado casos en los que aparecieron los trastornos tras consumir topiramato, un fármaco para prevenir migrañas.
La primera descripción del Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas se realizó en 1952, por C. W. Lipppman, que trató a siete pacientes que presentaban distorsiones extrañas de su imagen corporal. Pero no fue hasta tres años después cuando se le otorgó el nombre con el que se le conoce actualmente. John Todd fue el encargado de "bautizarlo".
Algunos investigadores afirman que Lewis Carroll sufría este tipo de alucinaciones, producto de sus constantes migrañas, que podrían haber sido fruto de su famosa obra, una de las más citadas de la literatura universal, y parte del imaginario colectivo gracias a la adaptación cinematográfica de Walt Disney.
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